¿Qué es una firma?

Definición

El Diccionario de la Real Academia Española, define firma del verbo firmar como sigue:

1. Nombre y apellidos escritos por una persona de su propia mano en un documento, con o sin rúbrica, para darle autenticidad o mostrar la aprobación de su contenido.
2. Rasgo o conjunto de rasgos, realizados siempre de la misma manera, que identifican a una persona y sustituyen a su nombre y apellidos para aprobar o dar autenticidad a un documento.[1]

Por su parte el Uniform Commercial Code de Estados Unidos de América establece por definición de firmado el uso de cualquier símbolo ejecutado o adoptado con la intención presente de adoptar o aceptar un escrito.[2]

Historia

El uso de expresiones que acreditan la autoría o consentimiento de un documento son ancestrales. Los medios, soportes y estilos que se han utilizado para firmar han evolucionado con la civilización.

El rastro más antiguo que se conoce de una firma proviene de una tabla de arcilla de los sumerios en Mesopotamia y data aproximadamente del año 3,000 a.C.

La tabla reproduce con pictogramas un listado de profesiones y títulos y cuenta con un autógrafo de un escribano.[3]

Hacia el año 1,200 a.C., la civilización griega comenzó a utilizar el alfabeto fenicio que varios siglos después evolucionó hacia el latín moderno que surgió alrededor del año 600 a.C. en Roma y que conocemos actualmente.

Mientras tanto en Oriente, China, Japón, Korea, Vietnam, desarrollaron escrituras de caligrafía desde el año 200 a.C.

El uso de sellos de cera también fue común hasta la Edad Media, para otorgar valor legal y distinguir la autenticidad de la procedencia de un documento emitido por autoridades civiles o eclesiásticas.

En el año 1069 en España, El Cid, Rodrigo Díaz, empleó un autógrafo manuscrito sobre papel para acreditar una donación que realizó a la Catedral de Valencia en España.[4]

No fue hasta el año 1667 que los ingleses, en The Statute of Frauds Act[5] plasmaron en dicho precepto normativo el concepto de firma como el elemento clave para hacer exigible un acuerdo legalmente.

Del uso de firmas para promulgar documentos de Derecho Público como Constituciones y Decretos en la historia hay evidencias múltiples alrededor del mundo. Ejemplo de ello es la firma en 1776 de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América y en 1821 el Tratado de Córdoba que nombra Junta de Gobierno para proclamar la Independencia de México.

Actualidad

En 1996 la CNUDMI, Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, -también conocida como UNCITRAL por sus siglas en inglés- publica la Ley Modelo de Comercio Electrónico. Posteriormente, a partir de 1999 comienzan a surgir en diversas legislaciones a nivel internacional el establecimiento de normas que otorgan reconocimiento expreso de firmas electrónicas. Desde entonces, el panorama regulatorio ha venido evolucionando:

CNUDMI

• 2001, Ley Modelo sobre Firmas Electrónicas[6].

EUA

• 1999, UETA, Uniform Electronic Transactions Act[7]

• 2000, ESIGN, Electronic Signatures in Global and National Commerce Act[8]

Europa

• 1999, DIRECTIVE 1999/93/EC Community framework for electronic signatures (fuera de uso)

• 2014, eIDAS, Electronic identification and trust services for electronic transactions in the internal market[9]

México[10]

• 2000, Reformas a Código de Comercio

• 2000, Reformas a Código Civil Federal

• 2000, Reformas a Código Federal de Procedimientos Civiles

• 2012, LFEA, Ley de Firma Electrónica Avanzada[11]

Conclusión

En el marco internacional, las firmas que actualmente se utilizan para acreditar autoría o expresar el consentimiento u aceptación de un documento pueden clasificarse en:

• Firmas “húmedas”: Firmas autógrafas manuscritas que se brindan en un soporte en papel a través del uso de tinta.
• Firmas en línea: Firmas que se brindan a través de herramientas tecnológicas.

En nuestro siguiente artículo hablaremos ampliamente de las firmas en línea, sus categorías y tipos.

Fuentes Consultadas